Ubicación geográfica, recopilación y recopilador
El cuento es portugués. Uno de sus recopiladores es Consiglieri Pedroso. La recopilación de la cual forma parte es Portuguese Folk-Tales, publicada por la Folk-Lore Society de Londres en 1882. Al año siguiente, Teófilo Braga resumió la versión de Pedroso en una recopilación titulada Contos Tradicionais do Povo Português.
Estereotipo del cuento
El cuento Gata Borralheira (traducido por Gata Cenicienta) pertenece al grupo Ciclo Cenicienta establecido en este blog.
En la situación inicial, una maestra viuda tiene una hija vulgar, y una alumna muy atractiva a la que suplica que le diga a su padre que se casara con ella, prometiéndole gachas de miel, es decir, que sería buena con ella. El padre al principio rechaza la propuesta de matrimonio alegando que la maestra primero agasajaría a la protagonista y luego la maltrataría, simbolizado por las gachas de miel y las de hiel respectivamente.
Finalmente, ante las continuas súplicas de la hija, el padre se hace fabricar unas botas de hierro, las cuales mantendría hasta que se oxidaran y después se casaría con la maestra. La hija, siguiendo las instrucciones de la futura madrastra, moja las botas hasta que estas se oxidan.
Al principio, la madrastra trata a la chica con cariño, pero cuando el padre se va, la trata con desprecio. Un día que fue a llevar a pastar a una vaca y le pide dos tareas imposibles: que se comiera una barra de pan y la trajera entera, y que se bebiera un cántaro de agua y lo trajera lleno. Además de que hilara madejas de hilo hasta el atardecer. La chica se queja, pero la vaca le dice que ponga la madeja en sus cuernos y desenrede el hilo, y luego se come toda la miga de pan, pero devuelve a la protagonista la barra entera.
Por la tarde la niña vuelve a casa. Al encontrar todo el trabajo hecho, la madrastra se enfada tanto que manda matar a la vaca, pues piensa que algo ha tenido que ver. Manda a la niña, quien está muy triste por la muerte de su vacuna amiga, que lave sus tripas, ante lo cual protesta. Pero una vez más, la vaca le recomienda seguir las órdenes, procurando salvar lo que cayera de las tripas.
La chica está en el lago realizando su ominosa tarea, cuando al lago una bola de oro proveniente del lago. Cuando va a buscarla, se encuentra con una casa desordenada, la cual pone en orden. Cuando oye pasos, ella se esconde. Tres hadas y un perro entran en la casa. El animal descubre a la doncella diciendo:
"Guau, guau, guau
Detrás de la puerta se esconde quien nos ha hecho bien
y que aún nos podría prestar más servicios."
Las hadas ven a la chica y cada una le da un don: la primera que sea la doncella más hermosa del mundo, la segunda que cada vez que hable caiga oro y perlas de su boca, y la tercera que sea la damisela más feliz del mundo y le da una varita para que le pida los deseos que quiera.
Cuando vuelve a casa, la chica cuenta a su madrastra y hermanastra lo contrario de lo que había hecho, tal y como le habían aconsejado las hadas. La madrastra envía a su hija a la casa de las hadas, haciendo justo lo contrario que había hecho la protagonista del cuento. Cuando vuelven las hadas, el perro descubre a la hermanastra diciendo:
"Guau, guau, guau
Detrás de la puerta se esconde quien nos ha hecho mal
y que aún nos podría estar molestando."
Las hadas la ven y cada una le echa una maldición: la primera que sea la doncella más fea del mundo, la segunda que cada vez que hable eche porquería por la boca y la tercera que sea la doncella más pobre y desgraciada del mundo.
Cuando la chica vuelve de esa guisa a casa, la madrastra está tan enfadada que llama a su hijastra Gata Borralheira y la encierra en la cocina.
Una vez, la madrastra y la hermanastra fueron invitadas por el rey a unas carreras, no especifica de qué tipo, que durarían tres días. En cuanto se van, la chica pide a su varita un vestido bonito, unas botas y adornos. Cuando la chica se presenta en la fiesta, todos quedan atónitos, y el príncipe se enamora de ella. Antes de que terminara la carrera, la protagonista vuelve a casa. En la segunda noche, la Gata Cenicienta pide a su varita un vestido más suntuoso que el anterior, y repite la misma operación que el día de antes, dejando al príncipe aún más enamorado. Al tercer día, la protagonista pide el vestido más lujoso que haya en el mundo y unos zapatos. Cuando iba a volver a cu carruaje, en su precipitación se le cae uno de los zapatos.
El príncipe, que la persigue, cae rendido de amor al ver la zapatilla, la cual tiene una inscripción: que el zapato solamente le valdría a su dueña. Todas las mujeres fueron a palacio a probarse el zapato. En este caso, tanto la madrastra como la hermanastra se prueban el zapato, pero sin éxito. Finalmente, el príncipe ordena a la madrastra que envíe a la Gata Cenicienta a palacio, a quien le vale la zapatilla. La protagonista se casa con el príncipe, y este condena a la madrastra y a la hermanastra a muerte.
Simbología del cuento
La
insistencia de la madrastra y de la hija para que el padre se case con
esta primera, significa que tanto la una como la otra necesitan aún de
esos sentimientos paternofiliales.
Las gachas de miel que ofrece en un principio la madrastra son sinónimo de
que ella sería una madre dulce para María y le daría una buena vida.
Mientras que las gachas de hiel son sinónimo de la amarga vida que
lleva la heroína en realidad.
Las botas de hierro simbolizan la firmeza del padre para no casarse con la maestra de su hija, ya que el hierro puede tardar mucho tiempo en oxidarse, pero el agua que oxida las botas puede significar que la firmeza del padre dura poco tiempo.
Las tareas imposibles que la madrastra obliga a hacer a la heroína es una excusa para seguir humillándola y maltratándola en el futuro. La vaca, clarísimo símbolo de la madre nutricia, ayuda a la chica con las tareas. El que la madrastra mate a la vaca puede simbolizar la transición de la madre de nutricia a madre que da órdenes continuamente, ya que la niña está madurando. La esfera de oro (totalidad e iluminación suprema) que sale de los intestinos de la vaca puede simbolizar el alma de la madre de la niña, a quien ayuda después de la muerte.
Los dones otorgados por las hadas, otras personificaciones de la madre muerta, son una recompensa por haber sido buena y haber trabajado duro. También son un recordatorio de que tiene que seguir siendo buena (belleza, perlas y oro) y que tiene que seguir trabajando duro para conseguir su felicidad aunque tenga la ayuda de las hadas (varita mágica). El que la heroína se esconda significa que ella hace bien sin esperar nada a cambio. El perro, símbolo de la fidelidad, advierte de la presencia de la chica a las hadas para que sean buenas con ella. Sin embargo, las hadas castigan a la hermanastra por su crueldad e indolencia.
El hecho de que la madrastra cambie el nombre anterior que pudiera tener la niña por Gata Cenicienta significa que esta anula la identidad de la heroína.
El que la protagonista pida vestidos cada vez más suntuosos significa que ella quiere demostrar que es capaz de enamorar a un príncipe, pero el que mantenga su identidad oculta denota modestia y autoafirmación en su personalidad, ya que quiere que el Príncipe la reconozca por su verdadero yo y no por su yo mágico.
El zapato es la única pista dejada por la joven. La inscripción refuerza el hecho de que solamente este hecho para una mujer que tenga la suficiente confianza en su feminidad y su virtud. La madrastra también se prueba el zapato porque no acepta que está envejeciendo.
El tres es un número cabalístico. Dentro del cuento puede sombolizar el sacrificio que tiene que hacer Gata Borralheira antes de obtener la felicidad, o también la resolución del conflicto plateados por la dualidad de la protagonista: su yo humilde y su yo derivado de la magia.
Las botas de hierro simbolizan la firmeza del padre para no casarse con la maestra de su hija, ya que el hierro puede tardar mucho tiempo en oxidarse, pero el agua que oxida las botas puede significar que la firmeza del padre dura poco tiempo.
Las tareas imposibles que la madrastra obliga a hacer a la heroína es una excusa para seguir humillándola y maltratándola en el futuro. La vaca, clarísimo símbolo de la madre nutricia, ayuda a la chica con las tareas. El que la madrastra mate a la vaca puede simbolizar la transición de la madre de nutricia a madre que da órdenes continuamente, ya que la niña está madurando. La esfera de oro (totalidad e iluminación suprema) que sale de los intestinos de la vaca puede simbolizar el alma de la madre de la niña, a quien ayuda después de la muerte.
Los dones otorgados por las hadas, otras personificaciones de la madre muerta, son una recompensa por haber sido buena y haber trabajado duro. También son un recordatorio de que tiene que seguir siendo buena (belleza, perlas y oro) y que tiene que seguir trabajando duro para conseguir su felicidad aunque tenga la ayuda de las hadas (varita mágica). El que la heroína se esconda significa que ella hace bien sin esperar nada a cambio. El perro, símbolo de la fidelidad, advierte de la presencia de la chica a las hadas para que sean buenas con ella. Sin embargo, las hadas castigan a la hermanastra por su crueldad e indolencia.
El hecho de que la madrastra cambie el nombre anterior que pudiera tener la niña por Gata Cenicienta significa que esta anula la identidad de la heroína.
El que la protagonista pida vestidos cada vez más suntuosos significa que ella quiere demostrar que es capaz de enamorar a un príncipe, pero el que mantenga su identidad oculta denota modestia y autoafirmación en su personalidad, ya que quiere que el Príncipe la reconozca por su verdadero yo y no por su yo mágico.
El zapato es la única pista dejada por la joven. La inscripción refuerza el hecho de que solamente este hecho para una mujer que tenga la suficiente confianza en su feminidad y su virtud. La madrastra también se prueba el zapato porque no acepta que está envejeciendo.
El tres es un número cabalístico. Dentro del cuento puede sombolizar el sacrificio que tiene que hacer Gata Borralheira antes de obtener la felicidad, o también la resolución del conflicto plateados por la dualidad de la protagonista: su yo humilde y su yo derivado de la magia.
Bibliografía
- Circlot, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos. Barcelona: Labor, 1982. 473 pp. Nueva Colección Valor. ISBN 84-335-7016-1.
- Cuentos de hadas. Una Alquimia espiritual. Vopus. La herencia de la luz. [S. l.]: [s. n.], [ca. 2015] [cons 19/04/2015]. <http://goo.gl/eJ0heq>.
- Pedroso, Consiglieri. The Hearth-Cat. En Portuguese Folk-Tales. Liechtenstein: Kraus Reprint, 1967, pp. 75-79.
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