Ubicación geográfica, recopilación y recopilador
El cuento es inglés. Fue recogido por Joseph Jacobs en la recopilación Cuentos de hadas ingleses (English Fairy Tales), publicada en 1890.
Estereotipo del cuento
El cuento comienza con el príncipe en edad de casarse, de modo que
el rey publica un bando y manda a su heraldo a pregonar que en siete noches se
daría un baile al cual estarían invitadas todas las doncellas de noble cuna.
Luego menciona que entre los nobles de la Corte, uno se había
casado dos veces y había tenido una hija de su primer matrimonio, maltratada
por su madrastra porque la desfavorece con respecto a sus hijas naturales,
dándole los vestidos viejos de las otras dos y obligándola a trabajar en la
cocina y a dormir entre las cenizas, siendo llamada por ello Cinder-Maid. La
chica va frecuentemente a la tumba de su madre, donde había plantado un
avellano, a llorar por su desventura.
Mientras las hermanastras están discutiendo qué vestidos ponerse,
el padre sugiere que Cinder-Maid podría ir al baile, pero la rotunda negativa
de sus hijastras hace que se vuelva atrás.
"Árbol mío
Árbol mío
Con mis lágrimas te he regado
Hazme una dama de buen ver
Vísteme tan espléndida como se pueda"
Y un pájaro le responde:
"Cinder-Maid
Cinder-Maid
Sacude el árbol
Abre la primera avellana que veas"
Cuando la chica abre el fruto, encuentra un vestido azul cielo
bordado con estrellas y un par de chinelas de cobre. El avellano se abre y le
da una carroza de bronce con caballos blancos, cochero y lacayos. El pájaro le
advierte que vuelva a medianoche con esta fórmula:
"Vuelve a casa
Vuelve aquí a medianoche
Porque si no volverás a ser fregona"
Cuando llega a palacio, es la más hermosa de todas las doncellas y el príncipe sólo quiere bailar con ella. A la medianoche, ella se va y el príncipe ordena a la guardia que vaya tras ella, pero al verla la chica dice esta otra fórmula:
"Niebla detrás
Luz delante
Guíame a casa de mi padre"
Y los soldados acaban cubiertos de una niebla tan espesa que no
pueden ver más allá de sus narices, por lo que no pueden ver a Cinder-Maid.
Cuando llegan a casa el padre, la madrastra y las hermanastras comentan
que el príncipe va a dar un segundo baile con la esperanza de dar con la
doncella misteriosa.
El segundo baile transcurre como el primero, pero esta vez:
- El árbol da a Cinder-Maid un vestido marrón-dorado bordado de flores, chinelas y carroza de plata, caballos negros enjaezados de plata y cocheros y lacayos con uniformes de plata.
- El príncipe había mandado echar miel en los escalones de pie de la escalera para que se quedaran atrapados los zapatos de la chica, pero sin éxito.
En el tercer baile, el árbol atavía a Cinder-Maid con un vestido
tan verde como el mar y zapatos, carroza, jaeces de caballos y uniformes de
cochero y lacayos de oro.
Esta
vez la chica está tan entusiasmada de bailar con el príncipe que se olvida del
consejo del pájaro. Cuando el reloj da su primera campanada de medianoche, la
chica huye velozmente del baile pero uno de sus zapatos queda pegado en el pie
de la escalera, porque el príncipe había ordenado previamente que se untara
esta con alquitrán. A la duodécima campanada, el vestido y la carroza
desaparecen y Cinder-Maid debe ir a casa a la carrera y con un zapato
desparejado.
El
rey manda publicar un bando y el pregonero dice que cualquier muchacha de noble
cuna se podrá probar el zapato, y a la que le quede bien se desposará con el
príncipe.
Cuando
llegan a casa de Cinder-Maid, la hermanastra mayor trata de probarse el zapato,
pero no le entra, de modo que coge un cuchillo y se corta un dedo del pie y
parte del talón tal y como hace la homónima del cuento escocés Rashin Coatie. Cuando
sale la malvada, el príncipe afirma que no es la doncella pero ella le replica
que prometió casarse con la que le valiera el zapato. Mientras cabalgan hacia
palacio, del pie de la hermanastra gotea sangre y el pajarito canta esta
fórmula:
"Gírate y mira
Gírate y mira
Hay sangre en el zapato
Un poco cortado del talón
Un poco cortado del dedo"
El
príncipe mira horrorizado como cae sangre del zapato, y siendo que no es su
prometida, da media vuelta. La hermanastra menor hace igual que la mayor y con
idéntico resultado.
"Algunas se cortan el talón
Y algunas se cortan el dedo
Pero se sentaba junto al fuego
Aquella que podía llevar el zapato"
En esta Cenicienta, la familia real es más selectiva con las candidatas, restringiéndolas solamente a las de noble cuna. Esto podría denotar ciertos prejuicios de estos hacia las doncellas de humilde cuna.
El hecho de que le den a Cinder-Maid los vestidos de las otras dos, denota la degradación que ejerce su madrastra sobre ella. El hecho de que la chica llore frecuentemente puede simbolizar que esta Cenicienta necesita más de la madre buena que las demás.
El padre no es un personaje tan pasivo, e intenta que Cinder-Maid vaya al baile, pero el sentirse intimidado por las hermanastras puede denotar, además de perder su autoridad, que está envejeciendo y ya no puede ejercer su poder con el vigor de antaño.
El árbol, que simboliza a la madre buena, le da a Cinder Maid unos vestidos, carroza y lacayos cada vez más lujosos. Este hecho simboliza que ella es capaz de enamorar al Príncipe. Los zapatos especialmente están hechos de metales preciosos: el bronce simboliza que Cinder-Maid ha empezado a superar su sufrimiento, la plata la discreción y el oro la pureza de su alma. El pájaro le advierte que ha de volver a medianoche si no quiere que se deshaga el hechizo, ya que la medianoche está relacionada con la muerte.
Al huir, hace surgir la luz por delante y la niebla por detrás. Esto denota que aún no se siente preparada para darse a conocer al Príncipe y por ello refuerza su halo de misterio.
El
Príncipe queda prendado por ella desde el primer momento. Su
determinación para conocer la identidad de la muchacha, hace que primero
mande echar miel y luego alquitrán en el pie de las escaleras.
La tercera noche, la muchacha está tan embelesada con el Príncipe que olvida la advertencia del pájaro, con lo cual al huir se queda enganchado en el alquitrán un zapato de oro, símbolo de su feminidad intachable y su buen corazón. El que Cinder-Maid esconda su zapato entre las cenizas establece una analogía con ella misma.
Las hermanastras, debido a su gran vanidad, pretenden engañar al Príncipe para que se case con una de ellas. De modo que las dos se cortan uno de los dedos y parte del talón de sus pies. Esta doble mutilación simboliza una bajeza moral aún peor que las de sus homónimas de otras Cenicientas. Los pájaros que denuncian el engaño son buenos amigos de la chica y quieren que esta sea feliz.
La envidia y la rabia de las hermanastras hace que estas traten de ocultar a Cinder-Maid en la cocina, pero el padre retoma su autoridad por una vez y le dice al cahmbelán que su hija está en la cocina. El criado baja a la cocina porque está mal visto que un príncipe baje a un lugar que no le corresponde por rango. El que la chica se ponga los dos zapatos reafirma su bella personalidad y con ello recupera su rango noble, y así se desvanecen los prejuicios del príncipe en cuanto a los plebeyos. Los pájaros finalmente cantan el triunfo de su amiga frente a la envidia de sus hermanastras.
Bibliografía
- Diccionario de símbolos de la Biblia. Marantha Life. [S. l.]: [s. n.], 2001 [cons. 20/04/2015]. <http://maranathalife.com/spanish/teach-ot/simbolos.htm>.
- Joseph Jacobs. Wikipedia. The Free Encyclopedia [en línea]. [S. l.]: Wikimedia Foundation, 2015. <http://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Jacobs>.
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