El cuento "Cendrillon" pertenece al grupo Ciclo Cenicienta establecido en este blog. La entrada se divide en tres secciones:
- Ubicación geográfica, recopilación y recopilador: se señala el país de origen de esta variante, el autor y el título de la recopilación.
- Estereotipo del cuento: se resume el cuento, destacando sus peculiaridades y citando puntualmente alguna parte importante de la trama.
- Simbología: al igual que en la entrada principal, se indica el trasfondo de los motivos y personajes que hay en la trama.
Aparte, siendo que tanto la entrada principal como las secundarias del Ciclo Cenicienta se utiliza como catálogo de la exposición De Cenicientas, se va a mostrar en la entrada las imágenes utilizadas para los paneles, es decir:
- El título del cuento, el recopilador y la recopilación con su respectivo año de publicación de la primera edición. Se ha escrito en su lengua original, el francés.
- Un fragmento del texto en el idioma original.
- Las dos ilustraciones.
El cuento es francés. Fue recopilado por el francés Charles Perrault en 1697, formando parte de la recopilación Historias de un tiempo pasado (Histoires ou contes du temps passé, avec des moralités) conocido también como Cuentos de Mamá Oca (Contes de ma mère l'Oye). Esta versión de la Cenicienta ha sido la más difundida del mundo, también a través de otros canales como el teatro, la ópera o el cine, como el cortometraje de 1899 de Georges Méliès, el archifamoso largometraje de 1950 de Disney, o la reciente cinta de 2015 también de Disney.
Estereotipo del cuentoFragmento de texto de la exposición. Elaboración propia. |
El cuento comienza con las segundas nupcias del padre. Describe la ruindad de la madrastra y de las hermanastras, comparándola con la bella personalidad de Cenicienta.
Luego, el cuento señala el dominio de la madrastra sobre Cenicienta, a quien manda realizar las peores tareas, dormir en el granero mientras que sus hermanastras llevaban una vida ociosa y llena de lujos. Menciona que la chica no se queja a su padre porque la mujer lo tiene dominado.
Después, se menciona que el príncipe decide dar un baile e invitar a todas las personas distinguidas. Las hermanastras se afanan en elegir los vestidos y adornos que van a llevar, incluso llamando a una peluquera para que les acicale lo mejor posible el pelo. Ellas también molestan a Cenicienta diciéndole que en el palacio nunca la aceptarían. Ella, a pesar de las burlas, las ayuda a arreglarse primorosamente. Se menciona también que las hermanastras se pasaban todo el día mirándose al espejo.
Cuando se van todos al baile, Cenicienta está hecha un mar de lágrimas. Su madrina adivina, aunque más bien le sugiere, que la heroína quiere ir al baile. Primero le dice a Cenicienta que le traiga una calabaza, la cual vacía y convierte en una carroza. Luego, transforma a unos ratones en caballos, a una rata en un cochero y a unos lagartos en lacayos. Cenicienta agradece al hada madrina todo lo que había hecho por ella, pero le pregunta cómo iba a asistir al baile con harapos. Entonces, el hada madrina transforma sus pobres ropas en un vestido espectacular y le da también unas delicadas zapatillas de cristal. Luego, el hada advierte a Cenicienta que regrese antes de la medianoche a casa, porque si no sus ropas se convertirían en harapos, la carroza en calabaza y los caballos, cochero y lacayo en animales.
Cuando Cenicienta llega al palacio, todos se maravillan de su belleza. El príncipe la sienta en el lugar de honor y baila con ella. La heroína se sienta con sus hermanastras y comparte con ellas naranjas y limones, que ellas aceptan maravilladas. Un poco antes de la medianoche, ella se marcha a su casa y agradece a su hada madrina que la haya ayudado y que querría volver a la noche siguiente. Cuando vuelven las hermanastras, ellas le mencionan a la chica que había una princesa muy amable que les ha ofrecido naranjas y limones, ella finge sorprenderse e incluso le pide a una de las hermanastras que le preste un vestido sabiendo que iba a decir que no.
Al día siguiente, Cenicienta va al baile con un vestido más espléndido que el anterior. Pero se lo estaba pasando tan bien que no se dio cuenta de la hora, y cuando sonó la primera campanada de la medianoche tuvo que salir corriendo. De camino a casa, habiendo perdido todo su esplendor, perdió una de las zapatillas de cristal, que el príncipe recogió con todo cuidado. Al volver a casa, las hermanastras dicen a la protagonista que el príncipe había recogido el delicado zapatito y que estaba tan embobado con el que aseguraron que estaba enamorado de la poeseedora.
Al los días, el príncipe publica un bando en el que dice que se casará con la dueña del zapato. Un gentilhombre se encargó de probar la zapatilla a todas las jóvenes, de mayor a menor rango. Finalmente fueron a casa de Cenicienta, y las hermanastras trataron de probársela con grandes esfuerzos. Finalmente, la heroína quiso probársela, a pesar de las burlas de sus hermanas, el criado del príncipe se la probó y todos quedaron sorprendidos, y aún más cuando la chica sacó el otro zapato y se lo calzó.
El hada madrina apareció y vistió a Cenicienta con un vestido aún más magnífico que las otras veces. Las hermanastras, al reconocerla, le pidieron perdón por sus malos tratos. Cenicienta, que es tan buena como hermosa, se casa unos días después con el príncipe y las hermanastras con dos señores de la corte.
Cuando Cenicienta llega al palacio, todos se maravillan de su belleza. El príncipe la sienta en el lugar de honor y baila con ella. La heroína se sienta con sus hermanastras y comparte con ellas naranjas y limones, que ellas aceptan maravilladas. Un poco antes de la medianoche, ella se marcha a su casa y agradece a su hada madrina que la haya ayudado y que querría volver a la noche siguiente. Cuando vuelven las hermanastras, ellas le mencionan a la chica que había una princesa muy amable que les ha ofrecido naranjas y limones, ella finge sorprenderse e incluso le pide a una de las hermanastras que le preste un vestido sabiendo que iba a decir que no.
Al día siguiente, Cenicienta va al baile con un vestido más espléndido que el anterior. Pero se lo estaba pasando tan bien que no se dio cuenta de la hora, y cuando sonó la primera campanada de la medianoche tuvo que salir corriendo. De camino a casa, habiendo perdido todo su esplendor, perdió una de las zapatillas de cristal, que el príncipe recogió con todo cuidado. Al volver a casa, las hermanastras dicen a la protagonista que el príncipe había recogido el delicado zapatito y que estaba tan embobado con el que aseguraron que estaba enamorado de la poeseedora.
Al los días, el príncipe publica un bando en el que dice que se casará con la dueña del zapato. Un gentilhombre se encargó de probar la zapatilla a todas las jóvenes, de mayor a menor rango. Finalmente fueron a casa de Cenicienta, y las hermanastras trataron de probársela con grandes esfuerzos. Finalmente, la heroína quiso probársela, a pesar de las burlas de sus hermanas, el criado del príncipe se la probó y todos quedaron sorprendidos, y aún más cuando la chica sacó el otro zapato y se lo calzó.
El hada madrina apareció y vistió a Cenicienta con un vestido aún más magnífico que las otras veces. Las hermanastras, al reconocerla, le pidieron perdón por sus malos tratos. Cenicienta, que es tan buena como hermosa, se casa unos días después con el príncipe y las hermanastras con dos señores de la corte.
Gustave Doré. [El hada madrina vacía la calabaza]. 1897. Calcografía. Fuente: Wikimedia. |
Es interesante el alto contraste existente entre el buen corazón de Cendrillon con la vileza de la madrastra y las hermanastras. Como no soportan que la chica sea tan buena persona, le mandan las tareas más viles. La dominación de la madrastra sobre el padre podría simbolizar en este caso el temor ancestral que tiene el ser humano de desatar la ira de la Naturaleza.
El que Cendrillon ayude a sus hermanastras a acicalarse para el baile y soportar sus burlas sin protestar simboliza que ella se sabe mejor persona que sus enemigas, pero se muestra humilde con ellas demostrándoles a su vez su buen corazón. Es una Cenicienta más cándida que otras descritas en este blog.
El hecho de que las hermanastras se estén mirando continuamente en el espejo denota su excesiva vanidad, siendo uno de los pecados capitales en el mundo de los cuentos de hadas. Además, en la época de Perrault los espejos de cuerpo entero eran una auténtica extravagancia.
El hada madrina es una personificación de la madre muerta. Ella hace gala también de humildad porque convierte una calabaza en carroza y a unos animales de campo, estableciendo una analogía con la transformación de la propia protagonista de criada a princesa. El que los zapatos sean de cristal está relacionado con la pureza y veracidad del alma de Cendrillon. Una hipótesis, hoy descartada, postulaba que Perrault pudo tener una posible confusión entre "vair" (palabra francesa en desuso que significa cuero) y "verre" (cristal) ya que ambas palabras se pronuncian igual. Puede que el hecho de que el hechizo se rompa a medianoche puede estar relacionado con que la medianoche está relacionada con la muerte.
El hecho de que el Príncipe ofrezca a Cendrillon naranjas, que luego esta ofrece a sus hermanastras, puede denotar una gran amabilidad ya que probablemente en la época de Perrault los cítricos eran poco comunes en Francia.
En la segunda noche, Cendrillon no se acuerda de que el hechizo se rompe a medianoche hasta que suena la primera campanada. Esto denota que la chica se ha enamorado más fuertemente del Príncipe que sus homónimas de otros países. Pero sigue queriendo ocultar su identidad al Príncipe, ya que está convencidad de que el Príncipe tiene que verla como es. Del antiguo esplendor de la chica no queda más que el zapato que no ha perdido, prueba de su altura moral.
El que Cendrillon ayude a sus hermanastras a acicalarse para el baile y soportar sus burlas sin protestar simboliza que ella se sabe mejor persona que sus enemigas, pero se muestra humilde con ellas demostrándoles a su vez su buen corazón. Es una Cenicienta más cándida que otras descritas en este blog.
El hecho de que las hermanastras se estén mirando continuamente en el espejo denota su excesiva vanidad, siendo uno de los pecados capitales en el mundo de los cuentos de hadas. Además, en la época de Perrault los espejos de cuerpo entero eran una auténtica extravagancia.
El hada madrina es una personificación de la madre muerta. Ella hace gala también de humildad porque convierte una calabaza en carroza y a unos animales de campo, estableciendo una analogía con la transformación de la propia protagonista de criada a princesa. El que los zapatos sean de cristal está relacionado con la pureza y veracidad del alma de Cendrillon. Una hipótesis, hoy descartada, postulaba que Perrault pudo tener una posible confusión entre "vair" (palabra francesa en desuso que significa cuero) y "verre" (cristal) ya que ambas palabras se pronuncian igual. Puede que el hecho de que el hechizo se rompa a medianoche puede estar relacionado con que la medianoche está relacionada con la muerte.
El hecho de que el Príncipe ofrezca a Cendrillon naranjas, que luego esta ofrece a sus hermanastras, puede denotar una gran amabilidad ya que probablemente en la época de Perrault los cítricos eran poco comunes en Francia.
En la segunda noche, Cendrillon no se acuerda de que el hechizo se rompe a medianoche hasta que suena la primera campanada. Esto denota que la chica se ha enamorado más fuertemente del Príncipe que sus homónimas de otros países. Pero sigue queriendo ocultar su identidad al Príncipe, ya que está convencidad de que el Príncipe tiene que verla como es. Del antiguo esplendor de la chica no queda más que el zapato que no ha perdido, prueba de su altura moral.
El hecho de que sea un gentilhombre el que pruebe el zapato a las jóvenes resta fuerza al cuento, ya que muestra a un Príncipe inseguro y que aún no está preparado para reencontrarse con su prometida, ya que teme verla tal y como es. El que la chica se calce el otro zapato cuando finalmente la han encontrado, puede ser una declaración de su altura moral y buen corazón. El hada madrina la recompensa por ello con un nuevo vestido.
En este cuento, al contrario que en las otras Cenicientas de este blog, la protagonista perdona las vejaciones de sus hermanastras y las casa con dos hombre de la Corte, acentuándo aún más la pureza del alma de la joven.
En este caso, es el número dos el que predomina en el cuento, es decir, el conflicto de personalidad de la protagonista entre la criada humilde y la princesa ataviada mágicamente. El número tres entra en acción una vez la chica ha elegido mostrarse ante todos tal y como es.
Bibliografía Edmund Dulac. [El Príncipe conduce a Cendrillon al jardín]. 1929. Técnica mixta. Fuente: Larista. |
- Circlot, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos. Barcelona: Labor, 1982. 473 pp. Nueva Colección Valor. ISBN 84-335-7016-1.
- Cuentos de hadas. Una Alquimia espiritual. Vopus. La herencia de la luz. [S. l.]: [s. n.], [ca. 2015] [cons 19/04/2015]. <http://goo.gl/eJ0heq>.
- Medianoche. Wikipedia. La enciclopedia libre [en línea]. [S. l.]: Wikimedia Foundation, 2015 [cons. 19/04/2015]. <http://es.wikipedia.org/wiki/Medianoche>.
- Tatar, Maria. La Cenicienta o la zapatilla de cristal. En Los cuentos de hadas clásicos anotados. Barcelona: Crítica, 2012, pp. 28-44.
¡Qué maravilla de artículos! Estoy leyendo el ciclo de la cenicienta de tu blog y sólo puedo felicitarte por el maravilloso resultado.
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