martes, 30 de diciembre de 2014

Cuentos populares españoles (CSIC, 1946)

Fuente: Google Books

Con el material que recogió en España, Aurelio Espinosa formó una colección llamada Cuentos populares españoles publicados entre 1923 y 1926 en tres volúmentes, siendo la colección más abundante recogida en España, completada posteriormente por otros autores, como su propio hijo Aurelio Espinosa, quien publicó Cuentos populares de Castilla en 1936, o Antonio Rodríguez Almodóvar con sus Cuentos al amor de la lumbre de 1983.

Pero la labor de Espinosa no se limitó la de recoger los cuentos de hadas españoles, meritísima y fundamental para salvar del olvido el folclore español, sino que durante doce años estuvo trabajando en el estudio comparativo de los cuentos, pionero de ese género en el folclore hispánico. El folclorista es contrario a los métodos de Aarne-Thompson, de Karl Krohn y de Bolte-Polivka (González Palencia, 1946: VIII).
Cuando Espinosa estaba trabajando en sus Notas comparativas de los cuentos populares españoles, el profesor Ángel González Palencia sugirió a la Comisión de Publicaciones del CSIC que editara la obra en alguna de sus colecciones, ya que no estaba muy extendida en España. La Universidad de Standford dio su beneplácito y en 1946 se publicó Cuentos populares españoles en tres volúmenes: uno con los doscientos ochenta cuentos que el recopilador estadounidense introdujo en la obra, y los otros dos con las notas comparativas que de ellos hizo.


En la Introducción de la edición de 1923, el recopilador estadounidense hace mención en primer lugar del caudal riquísimo de cuentos y leyendas orientales que tuvo lugar desde España hacia el resto de Europa. Nombra importantes colecciones de cuentos realizadas en la España medieval, como la Disciplina Clericalis de Pedro Alfonso de Huesca, El Libro de los Engaños o Sendebar o El Conde Lucanor de Don Juan Manuel o en la Edad Moderna como Sobremesa y Portacuentos de Juan de Timoneda en el siglo XVI o el Fabulario de Sebastián Rey en el XVII (estos últimos con una transmisión literaria muy alejada de lo oral). También habla de las traducciones del Calila y Dimna (mandada por Alfonso X el Sabio), de Esopo en el siglo XV o de Bocaccio en el siglo XVI.

A continuación, Espinosa pone el acento en que los cuentos de la tradición oriental llegaron a través de los judíos y de los musulmanes, influyendo poderosamente en la cultura española cristiana y en el resto de Europa. Menciona también que esos cuentos traídos por los árabes y judíos provienen de la India. El Calila y Dimna árabe deriva de una versión persa del siglo VI, que a su vez bebe de las antiguas colecciones indias Pachatantra y Maharabata.

También menciona los estudios folclóricos llevados en España en el XIX, en opinión del autor "con mucho entusiasmo y con buenos resultados" (Espinosa, 1946: XXVI). Se fundaron varias Sociedades del folklore que se dedicaron a la investigación y publicación de materiales que a algunos investigadores les parecieron especiales. Menciona a Fernán Caballero (Fernán Caballero y Recopilaciones de Fernán Caballero), a Antonio Machado Álvarez, padre del famoso poeta, que recopiló entre 1883 y 1886 el folclore más importante de Sevilla, y a Rodríguez Marín, que recogió coplas, rimas infantiles, adivinanzas, cantares y romances. A principios del siglo XX, desaparecieron las Sociedades del folklore, desapareciendo el interés por el folclore. Espinosa denuncia la falta de una colección abundante de cuentos populares españoles para poder realizar un estudio de folclore comparativo serio.

Espinosa reserva un apartado de la Introducción para hablar del lenguaje en los cuentos populares, indicando que la colección ha mantenido fielmente el discurso de los narradores, sin transcribir fonéticamente las deformaciones del lenguaje, sino sirviéndose del alfabeto latino, usando el signo más adecuado en caso de pronunciación desviada. Las deformaciones de lenguaje más comunes que nombra Espinosa son el variaciones en el vocabulario, la expresión, el orden de las palabras y añadidura, supresión o cambio total de sonidos en la pronunciación. En la colección se ha mantenido las diferentes formas dialectales.

Aurelio Espinosa clasificó los cuentos en seis divisiones generales, cada una de ellas subdividida en otros apartados: 30 cuentos de adivinanzas, 32 cuentos humanos varios, 36 cuentos morales, 64 cuentos de encantamiento, 36 cuentos picarescos y 82 cuentos de animales.

"Parte I. Cuentos de Adivinanzas
  • A. La mata de albahaca
  • B. La adivinanza del pastor
  • C. Piel de piojo
  • D. Varios
Parte II. Cuentos humanos varios
  • A. Cuentos y leyendas
  • B. Cuentos y chistes
  • C. Latinismos populares y trabalenguas
Parte III. Cuentos morales
  • A. Los tres consejos
  • B. Almas en pena
  • C. Leyendas de santos
  • D. La leyenda de Don Juan
  • E. Varios
Parte IV. Cuentos de encantamiento
  • A. La niña perseguida
  • B. La hija del diablo
  • C. El príncipe encantado
  • D. Juan el Oso
  • E. Juan sin miedo
  • F. La princesa encantada
  • G. Varios
Parte V. Cuentos picarescos
  • A. Pedro de Urdemalas
  • B. Los dos compadres
  • C. El tonto y la princesa
  • D. Juan Tonto
  • E. Varios
Parte VI. Cuentos de animales
  • A. El lobo
  • B. La zorra
  • C. Carreras entre animales
  • D. La leyenda del sapo
  • E. Cuentos de animales varios"
(Espinosa, 1946: XXXVII-XXXVIII)

En 2009, Luis Díaz Viana y Susana Asensio Llamas realizaron una nueva edición de los Cuentos populares españoles, dado lo difícil que era de conseguir. Está disponible tanto en papel como en formato digital.

Bibliografía
  1. Aurelio M. Espinosa, padre. Pep Bruno [en línea]. [S. l.]: Pep Bruno [ca. 2009] [cons. 28/12/2014]. <http://www.pepbruno.com/index.php?option=com_content&view=article&id=363:aurelio-m-espinosa-padre&catid=45:fichas&Itemid=69&lang=es>.
  2. Espinosa, Aurelio. Introducción. En Cuentos populares españoles recogidos de la tradición oral de España. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1946, Vol. 1, pp. XXI-XXXIX. Enlace roble.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Aurelio Espinosa

Fuente: La página de Pep Bruno

Aurelio M. Espinosa senior (1880-1958) originario de Colorado y de familia española, mantuvo siempre viva la tradición hispánica tanto en él como en su familia, siendo uno de los más fervientes hispanistas de los Estados Unidos.

Fue Jefe del Departamento de Lenguas romances en la Universidad de Stanford (California). Publicó durante muchos años trabajos de gran interés científico sobre literatura, especialmente de folclores y dialectología españoles e hispanoamericanos en revistas americanas y europeas, especialmente en Journal of America Folklore, en la londinense Folklore, en el Boletín de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, en el Boletín de la Real Academia Española, en la Revista de Filología Hispánica y en Lenguaje.

Dirigió una importante colección de libros para la enseñanza del español y el manual Historia de la Literatura Española en Oxford University Press. Además, por sus clases de Lengua y Literatura españolas de la Universidad de Standford pasaron profesores españoles invitados por el propio Espinosa, contribuyendo a la difusión de la cultura española en Estados Unidos.

Entre julio y noviembre de 1920, Aurelio Espinosa visitó España, pasando por los pueblos y aldeas de las provincias de Santander, Palencia, Burgos, Valladolid, Soria, León, Zamora, Segovia, Ávila, Cuenda, Granada, Sevilla, Córdoba, Ciudad Real, Toledo, Madrid y Zaragoza. También se entrvistó con personas de Jaén, Cáceres, Málaga, Pontevedra y Guadalajara, provincias que no visitó. Posteriormente formó una colección titulada Cuentos populares españoles, constituyendo la colección de cuentos españoles más completa de la época.
 
Bibliografía
  1. Aurelio M. Espinosa, padre. Pep Bruno [en línea]. [S. l.]: Pep Bruno [ca. 2009] [cons. 28/12/2014]. <http://www.pepbruno.com/index.php?option=com_content&view=article&id=363:aurelio-m-espinosa-padre&catid=45:fichas&Itemid=69&lang=es>.
  2. González Palencia, Ángel. A manera de prólogo. En Cuentos populares españoles recogidos de la tradición oral de España. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1946, Vol. 1, pp. VII-IX. Enlace roble.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Recopilaciones de Fernán Caballero

Fernán Caballero publicó dos recopilaciones de cuentos: Cuentos y poesías populares andaluzas y Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes populares e infantiles. La recopiladora española intentó hacer una clasificación de los cuentos: 
  1. Cuentos didácticos: aquellos que tienen una actitud moralizante.
  2. Cuentos reideros: cuyo propósito es hacer reír y señalar la gracia y agudeza andaluzas.
Fuente: Internet Archive
Cuentos y poesías populares andaluzas: (Sevilla, 1859) en su prefacio, Fernán Caballero llama la atención de que en todos los pasíses cultos se habían recogido los cuentos, menos en España, señalando también que éste posee temas originales que no se encuentran en otros folclores. En esta recopilación, la recopiladora española se da cuenta de la universalidad de algunos cuentos y tradiciones populares. La estructura de los cuentos es casi siempre la misma: Fernán entra en casa de un campesino y le pide que le cuente un cuento. Éste accede y la recopiladora lo escucha atentamente para luego transcribirlo, centrando sobre todo la atención de que ella recopila y no copia. Los contadores son a veces ancianos, archivos vivientes de la tradición: el tío Romance (nombre simbólico que alude a los romances transmitidos oralmente), y la tía Sebastiana, su mujer y que algunas veces se queja de que no esté Juan "por las voces que tiene de buen contador" (Bravo-Villasante, 1986: 16) Los cuentos recogidos son los siguientes:
  1. Una paz hecha sin preliminares, sin conferencias, sin notas diplomáticas
  2. Un quid pro quo
  3. Tío Curro, el de la porra
  4. La oreja de Lucifer
  5. la buena y la mala fortuna
  6. Las ánimas
  7. Doña Fortuna y Don Dinero
  8. Juan Soldado
  9. Juan Holgado y la Muerte
  10. La suegra del diablo
Fuente: Web Litoral

Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes populares e infantiles: (Leipzig, ca. 1877) consta de dos partes: Cuentos de encantamiento y Cuentos religiosos.
  1. Cuentos de encantamiento: Fernán Caballero dio impulso al género de la literatura infantil, menoscabado e ignorado por otros autores coetáneos suyos, siendo evidente la curiosidad de la autora por el folclore infantil en todas sus manifestaciones. Los cuentos que incluye la obra habían sido publicados en un periódico infantil llamado La Educación Pintoresca. Algunos de los cuentos fueron estudiados por Aurelio Espinosa en Cuentos populares españoles (1945). Los cuentos incluidos son:
    1. La hormiguita
    2. El lobo bobo y la zorra astuta
    3. Los caballeros del pez
    4. La niña de los tres maridos
    5. Bella Flor
    6. El lirio azul
    7. El pájaro de la verdad
    8. Los deseos
    9. El pícaro pajarillo
    10. El carlanco (dos versiones)
    11. Benibaire
    12. La zorra y la vejeta
    13. El gallo y el pato
    14. La joroba
    15. El Galleguito
    16. Juan Cigarrón
    17. El zurrón que cantaba
    18. Pico, pico, a ver si me pongo rico
    19. Cuento de embustes
    20. El duendecillo fraile
    21. La gallina duende
  2. Cuentos religiosos: parece un poco extraña la intervención de elementos religiosos en los cuentos de hadas, cosa que de hecho ha objetado algún crítico. Pero Fernán Caballero zanja la cuestión diciendo que: "...esta continua intervención de las cosas santasen las que no lo son puede haber irreverencia... las candorosas y encantadoras creencias que parecen supersticiones son devota poesía nada más" (Bravo-Villasante, 1986: 16). Los cuentos incluidos son:
    1. El pan
    2. Si Dios quiere
    3. Una promesa
    4. La tentación
    5. Los dos caminitos
    6. Cuento de bruja
    7. Como le gusta al niño Dios que le pidan
    8. La Virgen costurera
    9. San Lorenzo
    10. San Pedro
    11. El holgazán
    12. Desprecio de las advertencias
    13. Creación de la golondrina
    14. ¡Señor, aquí está Juan!
    15. Adán
Bibliografía
  1. Amores, Montserrat. Los cuentos folclóricos de Fernán Caballero. Web Litoral [en línea]. [S. l.]: LitOral, 2014 [cons. 27/12/2014]. <http://weblitoral.com/estudios/los-cuentos-folcloricos-de-fernan-caballero-1>
  2. Bravo Villasante, Carmen. Introducción. En Cuentos de Encantamiento y otros cuentos populares. Madrid: José J. de Olañeta, 1986, pp. 7-23. Enlace roble

viernes, 26 de diciembre de 2014

Fernán Caballero

Fuente: La Gaviota


Cecilia Bölh de Faber (1796-1877) era una de las escritoras más sobresalientes del siglo XIX. Bajo el pseudónimo de Fernán Caballero escribió importantes novelas como La Gaviota, siendo en general su obra seria, moralista, didáctica e informativa. 

Tuvo gran pasión por todo lo popular, especialmente costumbres y tradiciones enraizadas en el pueblo andaluz desde tiempos inmemoriales. Sus novelas son cuadros costumbristas andaluces. 

Fernán Caballero insistió que no inventaba sino que copiaba, es decir, que reflejaba la realidad tal y como es. De hecho, muchas de sus novelas incluyen cuentos, anécdotas y chascarrillos, y además solía tomar apuntes del natural y hablar con la gente del pueblo, siendo contraria a la imaginación y al romanticismo. Aunque no pudo evitar tener cierta tendencia a la idealización y al bucolismo, sus principios profundamente cristianos la lleva a pensar que la sociedad virtuosamente ideal se encuentra en el campo.

Curiosamente, Fernán Caballero fue educada en alemán en su infancia y en francés en su adolescencia, así que contempló España con ojos de extranjera, a pesar de estar nacionalizada española, así que en sus primeros tiempos fue más hispanista, observando con curiosidad las expresiones más pintorescas del español.

Su interés por los cuentos populares se vio estimulado tras una detenida lectura de los Cuentos de los Hermanos Grimm y por la admiración de su padre por el Romancero español.

Siguiendo los pasos de los recopiladores alemanes, Fernán Caballero recorrió los campos andaluces de boca de los campesinos, rescribiéndolos luego en un estilo más literario para publicarlos, al contrario de como hacen los flocloristas del siglo XX que mantienen el acento popular manteniendo las corrupciones del lenguaje.

La española se da cuenta de la universalidad de algunos cuentos y tradiciones populares. Así, Fernán Caballero fue la matriarca del folclore español. La influencia de los hermanos Grimm en ella casi no se había estudiado hasta el estudio que hizo Carmen Bravo-Villasante en la introducción de Cuentos de Encantamiento y otros cuentos populares (Madrid: José J. de Olañeta, 1986).

Bibliografía

Bravo Villasante, Carmen. Introducción. En Cuentos de Encantamiento y otros cuentos populares. Madrid: José J. de Olañeta, 1986, pp. 7-23. Enlace roble



domingo, 14 de diciembre de 2014

Definición de cuento de hadas

El cuento es una narración breve y ficticia. Dentro de él, la intriga se divide de la siguiente manera: un conflicto inicial que hay que resolver, y a una carencia que satisfacer. Puede contener personajes fantásticos tanto buenos que ayudan al protagonista (hadas, ancianos), como malos que tratan de entorpecer al héroe (ogros, dragones). Por regla general la narración incluye encantamientos, descritos como una secuencia inverosímil de acontecimientos, y un final feliz. Los personajes son arquetípicos y representan tanto las virtudes como los defectos del género humano.

Según Rodríguez Almodóvar (2008: 294) los cuentos suelen constar de dos partes aunque la segunda está, en su mayoría, perdida. Por ejemplo en la Caperucita Roja de los Hermanos Grimm, la segunda vez que la niña se encuentra con un lobo, va a casa de su abuela corriendo y entre las dos lo vencen con su ingenio. Aparte, según el recopilador español, los cuentos no son fruto de un autor ni de fuentes histórico-literarias, sino que es un patrimonio inmaterial perteneciente a un colectivo, cuyas raíces son milenarias y las cuales se hunden en orígenes indoeuropeos.

Características del cuento de hadas


A los cuentos se les han dado diversas denominaciones a lo largo de la historia. Algunas se aplican a las recopilaciones escritas que se realizaron para los estamentos cultos, y otras a las versiones más "genuinas" que los folcloristas trataron y están tratando de encontrar desde el Romanticismo. Aunque hay que tener en cuenta que la línea entre adaptación culta e historia campesina es muy fina, por ello todas las denominaciones se usan como sinónimos.
  • Cuento de hadas: término propuesto por la preciosista francesa Madame D'Aulnoy (contes de fées en el original). Se aplica al terreno de las recopilaciones cultas, dirigidas a la realeza, la nobleza o la burguesía y con una lección moralizante. De estas versiones cultas provienen la mayoría de adaptaciones realizadas para niños.
  • Cuento popular, clásico o folclórico: historias realizadas por campesinos a lo largo de la historia, fruto del imaginario colectivo que hunde sus raíces en la Biblia y en la mitología clásica. Es aplicado por los folcloristas que tratan de recuperar las versiones campesinas de las historias.

Diferencias entre cuento de hadas y cuento popular

 Antonio Rodríguez Almodóvar ha utilizado una clasificación propia desde que publicó la primera edición de Cuentos al amor de la lumbre (1984):
  1. Cuento maravilloso o de encantamiento: tiene treinta y una funciones narrativas según descubrió el estructuralista Vladimir Propp en 1928. En ellos es esencial el objeto mágico, entregado por un donante mágico al protagonista de la historia, a quien le será útil en el momento más álgido del conflicto una vez haya demostrado sus virtudes (normalmente generosidad, fuerza o ingenio). El autor ruso también los definió como cuentos de siete personajes:
    "el héroe, el falso héroe, el adversario, la víctima, el padre de la víctima, el donante del objeto mágico y los auxiliares del héroe" (Rodríguez Almodóvar, 2008: 294)
  2. Cuentos de costumbres: la clase más imprecisa de las tres, que tienen en común tener una parte "negativa": el no ser maravillosos. Pero desde el punto de vista de la etnografía podrían ser muy valiosos, ya que describen las costumbres de los campesinos.
  3. Cuentos de animales: son una prosopopeya, es decir, animales con cualidades humanas. Beben directamente de la fuente de las fábulas como las de Esopo, pero a diferencia de éstas los cuentos no tienen por qué tener una moraleja.
 
Clasificación Rodríguez Almodóvar
 
Diferencia entre cuento y mito

Antes de establecer la relación entre cuentos y mitos, conviene definir algunos términos:
  1. Mito: "Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad". (DRAE. Mito, 1ª acepción). Un ejemplo sería Los doce trabajos de Hércules.
  2. Gesta: Conjunto de hechos memorables de una comunidad. Suelen estar recogidos en cantares de gesta, como por ejemplo El cantar del Cid.
  3. Leyenda: Relato cuya acción maravillosa se sitúa con exactitud en un tiempo, los personajes son históricos. Las acciones se relacionan con hechos históricos positivos, y normalmente todo se desenvuelve positivamente. Pero muchas veces la historia es deformada por la imaginación popular. Un ejemplo sería La corza blanca, recogida en Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Béquer.
  4. Fábula: relato cuyos protagonistas son animales dotados de virtudes y defectos, de la que se extrae una moraleja para reconducir las actitudes humanas. Un ejemplo sería La cigarra y la hormiga.
  5. Anécdota: "Relato breve de un hecho curioso que se hace como ilustración, ejemplo o entretenimiento". (DRAE. Anécdota, 1ª acepción).

 Cuadro resumen de literatura oral. Basado en Olalla Real (1989: 22)

En ocasiones es complicado distinguir entre todos estos tipos de literatura oral:

  • Entre mito y leyenda, porque tanto en uno como en otro intervienen divinidades o seres sobrenaturales con cualidades humanas.
  • Entre gesta y leyenda en que ambas relatan hechos históricos, y ocasionalmente en los cantares de gesta pueden suceder hechos maravillosos como en el caso del cuerno de Roland en La chanson de Roland.
  • Entre fábula y cuento en que tanto en uno como en otro pueden participar animales dotados con cualidades humanas, y que a algunas versiones escritas de los cuentos se les dotó de un papel moralizante como los cuentos Charles Perrault. 
Ángela Olalla Real, citando a Todorov, empieza distinguiendo el mito del cuento de hadas así:

"1º) El héroe tiene una superioridad (de naturaleza) sobre el lector y sobre las leyes de la naturaleza; este género es el mito. 2º) El héroe tiene una superioridad (de grado) sobre el lector y las leyes de la naturaleza; este es el género de la leyenda o del cuento de hadas." (1989:12)
Hay autores que han sostenido que el mito es un cuento de hadas enriquecido y elevado al nivel de literatura, mientras que otros creen que los cuentos son mitos decaídos. También que los elementos arquetípicos de los mitos se impregnan de la cultura de la nación que los origina, dándoles carácter nacional en detrimento de su carácter generalizador.

El mito es fundamentalmente de carácter religioso. Algunos agrupan ritos sagrados o litúrgicos influenciados por tradiciones históricas de una nación. Otros cuentan historias, y se pueden dar oralmente o por escrito.

En los mitos, intervienen héroes nacidos en un mundo regido por los dioses y el destino. En el cuento, sin embargo, el personaje cuenta con compañeros y protectores que le ayudan en la victoria.

Primitivamente, los mitos servían para explicar los orígenes del mundo o las acciones de los dioses y héroes para transformarlo, es decir, que tenían un carácter didáctico además de sagrado. Con el correr del tiempo, la literatura oral dejó de tener ese carácter didáctico y sagrado para convertirse en narraciones folclóricas para entretener a la gente.

Una cosa que tienen en común el mito y el cuento es la tragedia del nacimiento, y que ese héroe desheredado triunfará en la vida trabajando duro. Pero cada género lo trata de diferente manera:
  1. En el mito, la venida al mundo del héroe suele dar lugar a un combate de titanes, en el que el cosmos estará involucrado. El sol, la luna y las estrellas pueden ser ayudas mágicas o símbolos del otro mundo.
  2. En el cuento, el nacimiento del protagonista está ligado a una catástrofe natural, a malos presagios o a un maleficio. Siempre se trata de consecuencias de causas anteriores al nacimiento o inmediatamente posteriores, en el que el niño es la víctima y los padres responsables. Pueden ser de esta índole:
    1. La muerte de la madre (huérfano/madrastra)
    2. Situación de inferioridad
    3. Tabú misterioso
    4. Cambio de familia: niño expósito es adoptado por unos padres, cumpliendo una profecía
    5. Falta de algún acto (olvido de un gesto, fórmula o costumbre)
    6. Maleficios que se manifiestan en la pubertad, casi siempre a causa de unos padres aturdidos
    7. Deseo incestuoso de un padre.
Una última diferencia entre cuento y mito sería que en el mito, el héroe rompe sus vínculos familiares para convertirse en uno de los dioses o para salirse del esquema del hombre común, mientras que en el cuento, el protagonista quiere en su final feliz la reconciliación, el idilio, una pareja y muchos hijos.

martes, 18 de noviembre de 2014

Objetivos del blog

Los principales objetivos perseguidos en De cuentos de hadas son los siguientes:

1. Tratar los aspectos patrimoniales del cuento de hadas

En primer lugar, esta bitácora es un trabajo del máster de Gestión de patrimonio cultural, por lo tanto se han de tratar, en la medida de lo posible, los diferentes ámbitos de gestión que rodean a los cuentos clásicos.

En segundo lugar, los cuentos de hadas constituyen un patrimonio tanto inmaterial (las historias en sí mismas), como material (recopilaciones en libros). Principalmente se van a tratar los aspectos de conservación y difusión, entre las cuales hay una línea muy delgada, a través de las manifestaciones orales por medio de intérpretes (cuentacuentos) y de recopilaciones de cuentos.

2. Comparar distintas versiones de un mismo cuento

Se van a analizar, en la medida de lo posible, algunos de los cuentos europeos, árabes, chinos y japoneses. Para poder realizar las comparaciones, se estudiarán las variantes de un mismo cuento entre distintos países, o se van a agrupar varios cuentos diferentes según su temática. Pero siendo que el blog se está realizando en España y de los cuentos españoles hay menor difusión, abriré dos secciones dedicadas a los cuentos de hadas españoles: una de recopiladores y otras de recopilaciones.

Los cuentos de hadas europeos beben principalmente de tres fuentes: la cultura grecolatina, sobre todo a través de la mitología y las fábulas; la mitología nórdica, sobre todo a través de las dos Eddas; y la cultura cristiana, especialmente a través del Antiguo Testamento. De hecho, los cuentos suelen ser reinterpretaciones campesinas de motivos o escenas que se encuentran en el imaginario colectivo, por ejemplo, Saturno devorando a sus hijos o David y Goliat.

Por eso, las diversas variantes de un mismo cuento siguen un leitmotiv común, es decir, un esquema esencial, y luego cada país ha desarrollado su versión dependiendo de sus avatares culturales, o también pudiera ser debido a la inventiva de los campesinos. También se da el caso de distintas variantes en un mismo país. En el caso de que haya habido un intercambio cultural entre países, principalmente por conquista, puede que los cuentos del pueblo que conquista influirían en los del pueblo conquistado (por ejemplo, hay influencia de la recopilación árabe de Las mil y una noches en las versiones españolas).

El esquema a seguir en el análisis de los grupos de cuentos va a ser el siguiente: 
  1. Primero, se clasificará dentro del esquema Aarne-Thompson  
  2. Luego, en la medida de lo posible, se buscarán sus orígenes en la mitología, en las fábulas o en la religión.  
  3. Después se mostrarán el esquema básico del cuento y se nombrarán las variantes que se hayan encontrado de distintos países, enlazando a las entradas que correspondan. 
  4. Por último, se tratará de dar unos breves apuntes sobre su simbología.
Más tarde, en sucesivas entradas, se estudiarán cada una de las variantes que se han seleccionado:
  1. Primero, se indicará su clasificación según Aarne-Thompson 
  2. Luego, la ubicación geográfica del cuento, así como la recopilación y autor de donde se ha leído.
  3. Después se procederá a un análisis de los elementos que lo hacen diferente del grupo al que pertenece, a cuya entrada tendrá un enlace.
  4. Por último se darán brevísimos apuntes sobre simbología, si es posible. 
3. Fomentar la lectura de los cuentos de hadas

La lectura es una forma de difusión de los cuentos clásicos tan poderosa como los cuentacuentos. De hecho, muchas de las versiones de los cuentos más famosos que han llegado a nuestros días ha sido gracias a las recopilaciones de cuentos.

La lectura de cuentos es, al mismo tiempo, entretenida y enriquecedora para el lector. Por ello, en este blog se colgarán enlaces tanto a registros de libros físicos de bibliotecas de toda España (y si es posible, también de otras partes del mundo), como a textos digitalizados de dominio público. Esto es así porque, por una parte, hay gente que prefiere leer en papel y quien hay que le gusta en digital; por otra parte, hay algunas versiones que están sujetas a derechos de autor, por lo tanto son de más fácil consulta en las bibliotecas.


martes, 11 de noviembre de 2014

El marco patrimonial de los cuentos

Los cuentos de hadas se circunscriben dentro del amplio abanico del patrimonio cultural inmaterial, el cual recoge tradiciones y expresiones vivas heredadas de nuestros ancestros y transmitidas a la siguiente generación. Es muy frágil, pero sumamente importante para mantener la diversidad cultural frente a la globalización. Además, su importancia radica en el conjunto de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación. Según la UNESCO, las características del patrimonio inmaterial son:
  1. "Tradicional, contemporáneo y viviente a un mismo tiempo
  2. Integrador
  3. Representativo
  4. Basado en la comunidad"
Los cuentos de hadas se encuentran dentro del riquísimo ámbito de las tradiciones y expresiones orales, las cuales sirven para transmitir conocimientos, valores sociales y culturales y una memoria colectiva. Algunos tipos son de uso corriente y se usan en comunidades enteras, pero otras son de uso exclusivo de determinados grupos sociales.


Autor: Hans
En muchas sociedades, como la estadounidense y las europeas, el cultivo de las tradiciones orales cuenta con una especialización profesional, y los intérpretes son muy valorados dentro de las comunidades, siendo guardianes de la memoria colectiva. Así mismo, las expresiones orales suelen variar mucho, ya que se combina la imitación, la improvisación, la creación según el género, el contexto y el intérprete. Esta característica las hace al mismo tiempo vivas y frágiles, dependiendo su viabilidad, en gran medida, de que se transmitan a otro intérprete para la generación siguiente.

Las formas tradicionales de expresión, entre ellos los cuentos de hadas, se pueden ver afectados por la creciente urbanización e industrialización, la emigración a gran escala, los cambios medioambientales o la influencia cada vez mayor de los medios de comunicación. Esto se puede paliar con su transmisión en la escuela, con una mayor interacción entre los ancianos y los jóvenes, o utilizando las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Naturaleza muerta. Pieter Claeszoon. Wikimedia
A lo largo de la historia, los cuentos de hadas han sido recopilados por escrito en un intento, un tanto paradójico, de preservar la tradición oral y de transformarlos según los intereses de la sociedady muchas de estas colecciones de cuentos han ganado gran renombre como Cuentos para la infancia y el hogar de los Hermanos Grimm o Las mil y una noches de la tradición árabe. Por lo tanto, son un patrimonio material, concretamente un bien mueble, que se debe conservar según las leyes de cada país.

martes, 4 de noviembre de 2014

Érase una vez...

¿Te gustaban los cuentos de hadas cuando eras niño/a? ¿Te has preguntado alguna vez si los adultos los siguen leyendo? ¿Fueron creados para niños o no? Voy a tratar de contestar a todas estas preguntas, abriendo una puerta a un patrimonio inmaterial, a un mundo de fantasía y adversidades que hoy en día no tiene quizás el reconocimiento que merece.

Autor: Ian Carrol

Los cuentos de hadas que hoy día se cuentan a los niños tienen su origen en las historias que se contaban los campesinos sentados al fuego para distraerse de la monotonía de las tareas cotidianas, en palabras de John Updike "Eran la televisión y la pornografía de su tiempo, lo que iluminaba la vida de los analfabetos." (Tatar, 2012) De hecho, las primeras adaptaciones escritas de los relatos tratan de las ambiciones y preocupaciones que se amoldan al modo de ser de los adultos.

Los cuentos pasaron a formar una pieza fundamental de educación y entretenimiento para los niños a partir del siglo XIX, aunque anteriormente las autoras francesas Madame d'Aulnoy y Madame Leprince de Beaumont afirmaron que sus cuentos también podían se leídos a los niños, con la publicación por parte de los hermanos Grimm de cuentos populares alemanes, llamado Kinder- und Hausmärchen (Cuentos para la infancia y el hogar).

Autor: Gustave Doré
Los cuentos de hadas nos resultan cercanos y personales. Nos narran la búsqueda del amor, la riqueza, el poder y los privilegios. También de peligros, envidias y adversidades. Pero sobre todo del contraste entre el arduo camino a través del bosque y el final feliz en la seguridad del hogar. Muchas veces, los cuentos son adaptaciones campesinas de mitos universalmente conocidos, por ejemplo La Bella y la Bestia hunde sus raíces en el mito griego de Eros y Psique, e incluso ha influido en los libros más famosos de la literatura universal, El Fantasma de la Ópera de Lerroux o El Jorobado de Nôtre Dame de Hugo siguen el mismo esquema de La Bella y la Bestia.

Los cuentos son un poderoso legado cultural universal tanto para niños como para adultos. Aunque provengan de varias culturas, según Maria Tatar "constituyen un canon que ha logrado una aceptación casi universal en el mundo occidental y que ha permanecido sorprendentemente estable a lo largo de los siglos." (Tatar, 2012)